La historia de las Asanas en el yoga se remonta a la era védica. Asana en sánscrito deriva de la raiz verbal que significa “sentarse” o “estar presente”. En el contexto yóguico significa “estar establecido en una postura particular”, significado que hemos mantenido hasta nuestros días.
Existen numerosas referencias en los Vedas, Brahmanas y Upanishads que indican que la práctica de Asanas ya existían antes de que éstas se mencionaran en ellos. Recordemos que los Vedas son los cuatro textos más antiguos escritos en sánscrito, perteneciente el primero al II milenio A.C, los Brahmanas son comentarios a los Vedas, explicando sacrificios de fuego y otros rituales y los Upanishads son alrededor de 200 libros sagrados hinduistas escritos entre los siblos VII a.C y principios del III a.C. Las menciones a las Asanas, se remontan milenios atrás en el tiempo.
Los primeros trabajos como el Atharva Veda Samhita y el Patanajali Yoga Sutra mencionaron a las Asanas en general como posturas conducentes al desarrollo espiritual. Algunas posturas tempranas, la mayoría meditativas, pasaron a su vez a través de una serie de modificaciones antes de que todo el sistema de educación fuera finalmente perfeccionado por los primeros Hatha Yoguis.
Los Yoga Sutra
El compendio de Patanjali es tremendamente importante en la practica del yoga, ya que establece el cuerpo teórico de la práctica del yoga en ocho pasos, el Ashtanga Yoga, que se resumen en:
- Yama, la moralidad universal
- Niyama, observación personal
- Asana, posturas de yoga
- Pranayama, ejercicios de respiración y control del prana
- Pratyahara, control de los sentidos
- Dharana, concentración y práctica de la percepción consciente
- Dhyana, devoción y meditación sobre lo divino
- Samadhi, unión con lo divino
Tan solo uno de los ocho principios se refiere a las Asanas. El yoga era y es, mucho más que eso.
Tratados de Yoga como los Yoga Upanishads proporcionaron descripciones detalladas de varias Asanas de Yoga específicas. Yoga Yajnvalkya, escrito por el legendario sabio Yajnavalkya y compilado alrededor del año 200 a.C., fue el primer texto en proporcionar descripciones de Asanas que se realizan aún hoy en día. El Vyaasa Bhasya también proporcionó descripciones y estableció una filosofía de la práctica del yoga.
Evolución posterior y el Hata Yoga
Las Asanas continuaron formando parte integral de la práctica del Yoga. Los Puranas indios (de los años 300 a 1000 d.C) se refirieron con frecuencia a varias Asanas, en particular a las Asanas Ardha, Padma y Swastika. Algunos Puranas, como el Visnudharmottara Purana y el Brahma Purana, describieron Asanas meditativas como la Swastika Asana. Este período condujo a la primera gran innovación en la filosofía de la práctica del yoga, iniciada por el legendario sabio Gorakshanath, autor del Goraksha Padatthi o Samhita, quien fundó el Hatha Yoga junto con su gurú, Masyendranath.
Hatha Yoga se convirtió en una escuela de yoga muy influyente. Varios compendios de Asanas atribuyen directamente sus conocimientos a Gorakshanath y lo consideran como uno de los Yoga Siddhas. La mayoría de los textos de yoga existentes se derivan claramente del Hatha Yoga Pradipika, un texto del siglo XIV que se basa en el Goraksha Paddhathi. El Gorakhsha Samhita, considerado el texto más antiguo que existe dedicado al Hatha Yoga, describe Padma Asana y Siddha Asana.
Las Asanas son milenarias, sin embargo, son solo una de las ocho ramas del yoga y aunque son una parte importante del Yoga, no son lo único. El Yoga es la práctica de silenciar la mente, decía Patanjali.
